Thursday, January 18, 2007
Borges
A UN VIEJO POETA
Caminas por el campo de Castilla y casi no lo ves.
Un intrincado versículo de Juan es tu cuidado
y apenas reparaste en la amarilla puesta del sol.
La vaga luz delira y en el confín del Este se dilata
esa luna de escarnio y de escarlata que es acaso el espejo de la Ira.
Alzas los ojos y la miras.
Una memoria de algo que fue tuyo empieza y se apaga.
La pálida cabeza bajas y sigues caminando triste,
sin recordar el verso que escribiste:
Y su epitafio la sangrienta luna
Caminas por el campo de Castilla y casi no lo ves.
Un intrincado versículo de Juan es tu cuidado
y apenas reparaste en la amarilla puesta del sol.
La vaga luz delira y en el confín del Este se dilata
esa luna de escarnio y de escarlata que es acaso el espejo de la Ira.
Alzas los ojos y la miras.
Una memoria de algo que fue tuyo empieza y se apaga.
La pálida cabeza bajas y sigues caminando triste,
sin recordar el verso que escribiste:
Y su epitafio la sangrienta luna